Muchas de las fotos de este blog son de Ramiro Sisco con la comunidad Pilagá, en Las Lomitas, provincia de Formosa, Argentina.

domingo, 29 de diciembre de 2013

¿ NO VISTE «BETO»?






En 2014 llega “Beto”, una animación argentina protagonizada por un niño con Síndrome de Down.

“A partir del nacimiento de mi hijo empecé a tener un oído y una percepción especial respecto de qué pasaba en mi entorno en el tema discapacidad. Cuando se enteraban, algunos me decían `¡qué bueno, te felicito!` y otros `¡cuánto lo lamento!`. Y en ambos casos yo decía `¿por qué?`”, contó Ana Clara Tortone.

“Estas cosas me llamaron la atención y quería compartirlas con la gente, porque de afuera pareciera que es algo trágico y resulta que no pasa nada”, agregó.

El principal aliado para esta tarea lo halló en Dante Sorgentini, su sobrino director de cine.

“Yo hace tiempo que estoy haciendo animación y cuando terminé mi último trabajo me dieron ganas de empezar a dirigir”, contó Sorgentini.

Y el proyecto “Beto” fue la puerta para la realización de ese sueño, apuntó.

“Empezamos a tomar nota de anécdotas, a leer sobre el tema, a discutir ideas. Ella venía, me contaba una situación y yo empezaba a fantasear con las cosas que se podían exagerar a nivel cómico o cómo contar una mini historia con eso”, dijo Dante, cuyo padrastro, el actor Roly Serrano, es la voz del papá de Beto.

Y si los cuatro primeros capítulos ya casi están listos es gracias al subsidio que les dio el INCAA por haber ganado la edición 2012 del concurso “Series de Animaciones Federales con Orientación Temática”.

“La serie va al Bacua, que es el centro de contenidos, donde la tendrán disponible desde abril. Y ahí después deciden si va a Paka Paka, Encuentro o en las previas del cine”, explicó Dante.

Cada episodio de Beto -caracterizado con los ojos rasgados característicos y la protrusión de la lengua- girará en torno a alguna situación conflictiva experimentada por un chico y sus padres en su búsqueda de una integración plena.

Así, uno de los capítulos, denominado “El Regalo”, remite a lo que les ocurrió a Augusto y sus padres una vez que el nene concurrió al cumpleaños de un amiguito.

“Ella se puso nerviosa, vio que yo me despedía y lo dejaba y me dice `¿cómo?, ¡¿te vas?! ¡Yo no voy a poder!`. El capítulo plantea esto de “¡uy! ¿qué hago?” y la respuesta es `¡fluir!`. Él es un chico autónomo, se queda solo en los cumpleaños, pero hace falta tranquilizar, poner palabras, `normalizar` la situación pero la gente necesita que les des certezas”, contó.

“Lo que queremos mostrar es ese instante de tensión, que es como un salto al vacío. Uno tiene dos caminos: o te sentís que te están dejando afuera o lo ves como una oportunidad para incluir", dijo.

Un capítulo no grabado aún evocará lo ocurrido en una guardia de hospital, con una médica no dispuesta a aceptar que un niño con Síndrome de Down no necesita estar en una caja de cristal.

“Augusto tiene cuatro puntos en la ceja por andar en skate. Cuando llegué al hospital la cirujana lo miraba y me miraba, lo miraba y me miraba. Yo me empecé a reír y le dije `decime la verdad, es la primera ceja rota de un chico con Síndrome de Down que cosés`. Y era así porque los llevan de la mano, no les dejan hacer nada. Augusto anda en skate, tiene la cabeza llena de chichones, sí, pero le encanta”, contó.

Dado sus objetivos, la serie está pensada tanto para niños como para adultos.

“La idea es que lo vea la familia, que los chicos se enganchen con la imagen, con el personaje, pero que además lo vean los padres, porque la idea es incluir”, explicó Dante.

“Obviamente también queremos que funcione como un disparador para hablar de estos temas, por eso vamos un poco al límite mostrando gente que se pone incómoda. No hay discusión, hay una manera cómica de contarlo, pero se lo muestra”, agregó Ana.

Además del concurso del INCAA, los creadores de Beto ganaron también la primera edición del concurso "Desarrollo de Proyectos de Cultura Digital 2013" que realiza el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, del que participaron con la aplicación “BetoApp”.

También con la técnica de stop motion y protagonizado por Beto, el programa tiene por objetivo la estimulación cognitiva de chicos con Síndrome de Down o con problemas de aprendizaje.

“Nosotros tenemos pensado Beto como algo transmedia, la idea es que Beto se instale en el imaginario, que cuando haya algo que explicar sobre el SDD, alguien diga “¿No viste Beto?”, que sea un referente”, concluyó Ana.





lunes, 16 de diciembre de 2013

PROHIBIDO NO LEER (30 AÑOS DE DEMOCRACIA)








–Mamá, ¿cuál era tu libro favorito cuando eras como yo?

–Uno que estaba prohibido y que mi mamá sacó de la biblioteca.

–¿Por qué?

La última pregunta de Mateo quedó dando vueltas en la cabeza de Ariadna Arizabalo. Cuando se produjo el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, tenía nueve años, la edad que hoy tiene su hijo. A partir de ese breve diálogo surgió el tema que Ariadna convertiría en un documental. Ya tenía la historia que quería contar.

«Prohibido NO leer» es el corto de 26 minutos que ganó el concurso "30 Años de Democracia", convocado por la Secretaría de Cultura de la Nación –a través del Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CePIA)– y la Televisión Pública, que lo estrenó la semana pasada. "Tiene dos líneas: por un lado, se narra la historia de vida de Paulino Guarido, un maestro de primer grado, y por el otro, la de los libros infantiles prohibidos por la última dictadura cívico-militar", resume Ariadna.

Su libro favorito, aquel que su madre le había negado presa del terror de aquellos años, era Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bornemann. Son quince cuentos escritos en 1975 que hablan de la libertad, la amistad, la solidaridad, la justicia, y que por eso fueron censurados por la dictadura genocida. Su autora pasó a integrar la lista de autores prohibidos. Mucho tiempo después, en 2003, el libro fue reeditado en el marco del Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación de la Nación. Pero esa es otra historia.

Ariadna cuenta la de Paulino, "un maestro que en un período oscuro de nuestra historia y con sólo 20 años, puso en riesgo su vida, porque no quiso privar a sus alumnos de la fantasía, la belleza y la imaginación de esos cuentos. Quizá porque esos libros eran una de las pocas alegrías a las que podía acceder en esos tiempos un pibe humilde de una escuela humilde de Laferrere." En su infancia, Paulino era fanático de dos autoras, y en especial de tres cuentos: Un elefante ocupa mucho espacio, de Bornemann, La planta de Bartolo y La torre de cubos, de Laura Devetach, otra escritora perseguida por el Proceso.

"Esos cuentos estaban prohibidos. Entonces, como otros maestros, Paulino les cambió el nombre y empezó una pequeña resistencia." Hasta que lo chupan el 19 de julio de 1978. Estuvo once días en el centro clandestino de detención El Vesubio, después lo liberaron, "según dice él, para desparramar el terror en la sociedad".

Para contar la historia de Paulino, Ariadna buscó el testimonio de Laura Devetach, que le dedicaba una reedición de La torre de cubos, de 1984, "a todos los maestros que a pesar de la prohibición, siguieron rodando este libro". El nexo entre ambos, idea original del documental, se extendió. "Me enteré que había un grupo de alumnos de Paulino que lo tenía muy presente", cuenta Ariadna. Así llegó a Luján Di Pasca, hoy maestra de primer grado de la Escuela Número 22 de Isidro Casanova, y que a la hora de premiar a sus alumnos, en vez de ponerles una carita feliz, les pone un Paulinito. "Así cerramos ese triángulo Paulino-Laura-Luján, y organizamos un encuentro que se ve en el film".

Ariadna se pregunta "dónde están las semillas o los cimientos para construir una sociedad mejor", y se contesta: "En los maestros, en el almacenero que te fía porque no llegás con las monedas, en lo más básico de la sociedad, en sus valores: la solidaridad y el pensar en el otro. Esos valores se han bastardeado mucho y el individualismo se coló en todos lados. Hay que reconstruirlos. Para esto necesitamos maestros como Paulino, para preparar a los chicos para que sobrevivan a este mundo. Para que no los pasen por arriba. Paulino estudió para ser maestro no por vocación sino por convicción, porque cree en la educación como una herramienta de cambio."

La documentalista destaca la importancia de que esos libros, antes prohibidos, hoy sean accesibles para todos. Un grupo de entusiastas, reunidos en la Asociación Civil La Grieta y la Biblioteca Popular La Chicharra, organizó una muestra itinerante para la que consiguieron las ediciones originales de los libros prohibidos. "Que esta clase de literatura llegue a pibes humildes, es mérito del Estado, de esta década ganada sobre todo en este aspecto, el cultural", reflexiona Ariadna.

Lleno de emoción, sorprendido de ser el protagonista de esta historia, aparece Paulino, se reencuentra con Ariadna en los pasillos de la TV Pública, para el estreno, y asegura: “Tenemos que valorar mucho estos tiempos que son complejos pero hermosos para vivirlos. Los avasallamientos que pasamos como sociedad, están muy presentes aún, son muy recientes. Pero es maravilloso no tener prohibiciones para contar estos cuentos hermosos. Tenemos la obligación de que ningún chico se vea privado de ellos." En el epílogo del documental, se lo ve rodeado de chicos, en La Matanza. También están sus antiguos alumnos. Y Paulino lee, les lee La planta de Bartolo. En libertad.

La resistencia de Paulino

"Esos cuentos estaban prohibidos. Entonces, como otros maestros, Paulino les cambió el nombre y empezó una pequeña resistencia", explica Ariadna Arizabalo.













El miércoles 11 de diciembre a las 20.30, se emitió por la TV Pública "Prohibido no leer", uno de los trabajos ganadores del Concurso Federal de Documentales para Televisión "30 Años de Democracia" —organizado por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, a través del Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CePIA) y Radio y Televisión Argentina (RTA), a través de la Televisión Pública—.

Bajo la dirección de Nicolás Carreras y la producción de Hernán Belón –de la casa productora Ariadna Arizabalo–, el documental relata la historia de aquellos libros infantiles prohibidos por la dictadura que, a pesar de haber sido censurados, resistieron. Gracias al compromiso y la valentía de muchos maestros, autores y editores, 30 años después, siguen luchando por los mismos ideales, ocupando un lugar de privilegio en la literatura argentina y, sobre todo, en las mesitas de luz de una nueva generación de chicos lectores.

El concurso de documentales se realizó con motivo del cumplimiento del trigésimo aniversario de la recuperación de la democracia en la Argentina. Por ello, se invitó a participar a productores audiovisuales de todo el país a presentar proyectos sobre acontecimientos de estos treinta años que consideraran relevantes tanto a nivel nacional como regional o local.

Sobre un total de 170 proyectos recibidos de 16 provincias, fueron elegidos 10 ganadores, cuyos productores recibieron el financiamiento total para su realización.

El jurado, encabezado por el historiador Felipe Pigna y conformado por los realizadores Hernán Khourian, Pablo Alejandro Faro, Gustavo Fontán y la productora Patricia Susana Landau, tuvo a su cargo la selección de estas diez historias que narran hechos cruciales, algunos poco difundidos, otros directamente olvidados, de las últimas décadas de la historia argentina.




domingo, 15 de diciembre de 2013

EL VIERNES QUE LLOVIÓ UN CIRCO





El escritor Fabián Sevilla ganó el 12° Concurso El Barco de Vapor, con la novela «El viernes que llovió un circo».

El jurado, constituido por Alicia Origgi, especialista en literatura infantil y juvenil; María Florencia Gattari, escritora, y Cecilia Repetti, gerenta de Literatura infantil y juvenil de SM en la Argentina, eligió la obra por encontrar:

1) Una historia original, atractiva y dinámica en cuanto al tratamiento del lenguaje y del humor disparatado

2) Una muy buena estructura narrativa, armada sobre la base de capítulos breves que, pautados desde sus títulos con precisión, se suceden cada cinco minutos

3) Una tensión narrativa entre la voz del narrador, que representa al conjunto de los habitantes del pueblo, y la voz singular de Valentina, cuya lógica imperturbable hace avanzar la acción hacia un desenlace coral, solidario con los artistas y animales del circo

4) Un uso solvente de los recursos de estilo (estructura de reiteraciones, juegos de palabras, chistes, trabalenguas, onomatopeyas, rimas) con una particular atención puesta en la musicalidad del lenguaje

5) si bien la obra será publicada en la Serie Azul de la colección El Barco de Vapor, dirigida especialmente a niños de entre 7 y 9 años, sin duda será disfrutada por lectores de todas las edades.

El premio El Barco de Vapor es uno de los proyectos de beneficio social llevados a cabo por la Fundación SM, y es el único concurso de literatura infantil y juvenil que, además de entregar una importante suma de dinero al autor, publica la obra ganadora dentro de una colección consagrada.

Desde el año 2005, este premio ha sido declarado de interés cultural y auspiciado por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, en tanto ha “trascendido por su contribución a la producción literaria y el estímulo y reconocimiento a los autores” (resolución S.C. Nº 3729).

Un adelanto de la novela que podremos disfrutar en poco tiempo más:

Desde el cielo encapotado de un pueblo remoto, un viernes llueve un circo completo: magos, acróbatas, payasos, elefantes… y hasta una orquesta. Este hecho inaudito genera gran conmoción: algunos se admiran de los sucesos, otros se asustan y se van, mientras que Valentina se hace preguntas sobre lo que ve (“¿No es una pena meterse bajo techo cuando llueven payasos?”). Hasta que aparece el dueño del circo, que no solo demuestra el abuso hacia sus artistas sino que quiere cobrar entrada para que el público presencie lo que todos ya han disfrutado al aire libre. Valentina lidera el enfrentamiento del pueblo contra el dueño del circo; así, los artistas encuentran refugio en los lugares más insólitos, como bolsillos, paquetes de galletas, monederos, pastilleros, cajitas de fósforos o la cartera de la bibliotecaria. Finalmente, la unión de todos logra que un circo sin dueño y sin carpa quede instalado en la plaza principal...












miércoles, 11 de diciembre de 2013

VIVA LA DEMOCRACIA








Es imposible no escribir obviedades frente a las imágenes de saqueo de los últimos días. Es difícil soportar con estoicismo la enunciación de todos los prejuicios sociales y raciales habidos y por haber sobre la estigmatización de los pobres. Nadie, excepto aquellos adictos a las tropelías discursivas de los esquizoprofetas como Jorge Lanata o Elisa Carrió, puede creer en la espontaneidad y la desesperación de aquellos que protagonizaron los saqueos en los últimos días.

Sin embargo, abundaron los ejemplos que sirven continuar con la lógica de "asado con parqué": en una farmacia se llevaron todos los anteojos de sol pero dejaron las leches en polvo y las leches maternas; desvalijaron una ferretería para comer bulones, se robaban los plasmas y las computadoras; y la lista continúa.

Lo peor es que muchos de esos discursos son ciertos. No hubo mayorías famélicas como en 1989 o 2001. Hubo, sí, brigadas saqueadoras con acompañamiento del lumpenaje estructural dispuesto a cualquier cosa. Con cinismo alguien podría decir que cambiaron las demandas históricas de los saqueadores: antes iban por comida, ahora por los artefactos para el hogar. Bueno, después de todo, algo similar le ocurrió a la clase media, que hace una década reclamaba trabajo y, hoy, poder ahorrar en dólares. No es poca cosa el cambio.

Pero si hay algo que los saqueos ponen otra vez en discusión es el rol del Estado. Allí, donde un gobernador se va de viaje, y el aparato represivo legal se rebela, muchos argentinos muestran su peor cara. Cuando el Estado desaparece, emerge el saqueo.

Como en los años 90 ocurrió con la clase dirigente y las empresas públicas, por ejemplo. Como se registró en Córdoba con la malísima gestión de José Manuel de la Sota y las deficiencias en su negociación con la fuerza policial que, evidentemente, se le fue de las manos. No es para menos. La cordobesa es una de las pocas fuerzas de seguridad que se mantiene intacta desde la dictadura militar y no ha sido sometida siquiera a intentos de purgas como sí ocurrió con la Bonaerense –lo que no significa que la Bonaerense sea ejemplo de nada, claro–.

Una policía con todos los vicios heredados del dominio de Luciano Benjamín Menéndez, una clase política que tejió fuertes vínculos políticos y una red de negocios sucios con ella, y una integración social regresiva con bolsones de extrema pobreza en una de las provincias más ricas del país conforman buenas razones para comprender lo que ocurre en esa región por estos días.

El otro factor es temporal: diciembre es temporada de saqueos. O al menos es así desde los últimos 15 años. Hacia fin de año se producen las manifestaciones de sectores predemocráticos que intentan jaquear al sistema político utilizando mano de obra que forma parte de la infraestructura de la pobreza que el Estado todavía no ha podido integrar definitivamente. Por eso la irradiación del conflicto a las fuerzas de seguridad de Neuquén, de Santa fe y de otras provincias.

Hablando de saqueos, casualmente, a los principales medios se les pasó por alto cotidianamente el accionar verdaderamente mafioso de los empresarios agropecuarios que no liquidan dólares de exportaciones acumulando granos en silo bolsas presionando sobre la necesidad de divisas del Estado.

Es que a veces, mientras las cámaras de televisión enfocan a los "negritos" con plasmas en las manos se olvidan de enfocar a los millonarios sojeros que aprietan a todos los argentinos especulando con el tipo de cambio para ganar muchísimo más dinero con el mismo esfuerzo y a costa de la devaluación del salario de millones de argentinos. ¡Ah, qué buenos tiempos los de la Junta Nacional de Granos cuando el Estado tenía herramientas para poner en jaque a los especuladores de la Sociedad Rural y la Carbap! Y es obvio: a más Estado menos saqueo.

De más está decir que a falta de fuerzas armadas que puedan jaquear las democracias latinoamericanas, son las policías, a través de reclamos salariales aparentemente justos, las que desestabilizan –no exagero con supuestos golpes de Estado– a los gobiernos democráticos.

Porque no se trata de derrocamientos directos, se trata de desgaste, de esmerilamientos, de intentos de legitimación de un gobierno para marcarle paso, cercarle las salidas. No es lo mismo ganar seis pesos por dólares que ocho. Sobre todo en un total de 8000 millones dólares por ejemplo. Todo eso, claro, a costa del bolsillo de millones de argentinos.

Pero es cierto que no son tiempos para este tipo de reclamos. Volvamos al clima conciliador que nos envuelve y nos convoca para llevar adelante una etapa nueva dentro del proceso político que se inició en 2003.

Aun a riesgo de que más de uno de nosotros podamos sentirnos como granaderos después de la batalla de Ayacucho, habrá que reconocer que este nuevo estado de situación será un poco menos romántico que la épica a la cual convocó el kirchnerismo en los últimos cinco años. Por esa razón algunos de esos veteranos granaderos se verán invitados a dar un paso al costado para que otros puedan reconstruir y hacer comprender los nuevos tiempos políticos.

Pero seguramente, este nuevo momento en el proceso histórico convoque a otras épicas un poco menos rimbombantes pero no por eso menos heroicas: defender los ahorros del Estado, la acumulación de divisas, la edificación de la infraestructura necesaria para el desarrollo industrial, la búsqueda de inversiones extranjeras, la construcción de puentes y caminos.

Claro que muchos granaderos se sentirán más ensoñados con las cargas de caballería de Riobamba o de Chacabuco que con la construcción de puentes; pero es posible sea en los tiempos de moderación donde se constituya hegemonía, convocando a sectores más amplios. Total, la política es dinámica y no es posible estar todo el tiempo sable en mano.

Esta semana se cumplirá 30 años de democracia. No es poca cosa para una sociedad como la argentina. Y siempre hay dicotomías para entretenerse. Por ejemplo se me ocurre una: los que trabajan contra los que saquean y especulan, por ejemplo. Aunque pensándolo bien, esa haya sido la antinomia más importante de los últimos 200 años en nuestro país. Y esa pelea no tiene descanso ni cuartel, aunque disimulemos un poco unos y otros.

Por lo demás, feliz día de la democracia para todos y todas.
















domingo, 1 de diciembre de 2013

NO + VIH / SIDA





Hoy, 1 de diciembre, se conmemora el Día Mundial de la lucha contra el Sida, un virus que causó la muerte de más de 75 millones de personas en el mundo y afecta a más de 33 millones.

En Argentina, cada año contraen VIH más de 5.000 personas. El 30 por ciento de ellos lo sabrán de forma tardía. Es decir, cuando su sistema de defensas ya esté debilitado y permita la aparición de alguna enfermedad oportunista. También cada año mueren aproximadamente 1.500 personas por enfermedades vinculadas al sida en nuestro país, a pesar de que el tratamiento es provisto de forma gratuita por el Estado, las obras sociales o las prepagas. De las 110 mil personas que, se estima, viven con VIH en Argentina, la mitad de ellos desconoce su situación.

«Desde Fundación Huésped trabajamos para que el testeo de VIH sea más accesible, para que la prevención del VIH llegue a todos, para que los tratamientos sean más sencillos y menos tóxicos, para que los derechos de las personas con VIH sean garantizados, para que la epidemia del VIH llegue a su fin...»














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