Muchas de las fotos de este blog son de Ramiro Sisco con la comunidad Pilagá, en Las Lomitas, provincia de Formosa, Argentina.

viernes, 27 de enero de 2012

LA BATALLA DEL CONOCIMIENTO





Argentina fue muy hábil en conseguir, por primera vez en la historia, una posición sin dualidades de parte de los países de Sudamérica. Ha sido un revés para el Reino Unido, políticamente muy trascendente y que reivindica el poder de David frente a Goliat.

Argentina ha logrado comunicar adecuadamente a los países de la Unasur que tenemos un destino colectivo cuyos réditos prometen ser muy superiores a los que el Reino Unido puede ofrecer en el corto plazo. Sudamérica ha comprendido que Malvinas y Antártida como un único vector estratégico regional reviste la misma importancia para nuestro futuro que el litio del Salar de Oyuni para Bolivia, que la cuenca petrolera del Orinoco para Venezuela o la de Santos para Brasil. Renunciar a nuestro patrimonio de genomas, biodiversidad y riquezas minerales sería tan crítico para nuestro futuro como lo hubiese sido renunciar a nuestra Pampa Húmeda a mediados del siglo XIX. Imaginemos qué sería hoy de nuestro modelo de desarrollo si hubiésemos errado en aquella apuesta.

El revés diplomático ha desestabilizado las esferas de influencia del Reino Unido. De allí la furia británica. La restricción de ingreso de barcos con la bandera isleña es una acción espejo al blindaje jurídico que el Reino Unido realizó a través de la inclusión de Malvinas en los territorios europeos de ultramar. La legitimidad y el aval de un colectivo regional contra otro equivalente.

Los países hermanos de la región hicieron una apuesta a futuro sorteando costos en el presente. Hay que ser justos, no es fácil lograr esa congruencia cuando la interdependencia es densa y compleja y Goliat presiona. Los países hermanos de Sudamérica, presos de los condicionamientos de la historia, tuvieron durante mucho tiempo una posición incongruente entre la declamación y la acción. Por ello, hoy, su adhesión discursiva y material a nuestra causa ha sido doblemente noble y audaz. Estamos llamados a ocupar regionalmente un lugar importante en el moldeado de un vecindario global posoccidental. Todos coincidimos en que el Reino Unido, al igual que cualquier otro poder colonial, poco tiene que hacer en estas latitudes en que emerge una identidad estratégica común. Necesitamos romper el discurso británico.

Malvinas y la Antártida son para el Reino Unido parte de un único sistema estratégico de poder, cuyos márgenes se amplían con sus territorios de ultramar ubicados en el centro del Atlántico Sur. Las islas de Ascensión, Tristán de Acuña, Georgias y Sandwich del Sur le confieren el control logístico del camino de Occidente a la Antártida. Aunque los británicos se esfuercen por decir que Malvinas y la Antártida son temas distintos, su punto de proyección logístico es Puerto Argentino
.

Los kelpers no son un pueblo, son una comunidad trasplantada que, desde el punto de vista demográfico, geocultural e histórico, no reviste tal categoría jurídica. Malvinas es una pyme de escala insular con un régimen endogámico político-capitalista difícil de explicar. La restricción de ingreso de barcos con bandera isleña no afectará sustancialmente el PBI isleño. El bloqueo aquí no es económico, es logístico-defensivo, que es muy distinto. El verdadero bloqueo sería realmente económico si la comunidad internacional declarase finalmente a Malvinas paraíso fiscal. Mientras esto no suceda, la sustentabilidad y el desarrollo isleños están asegurados.

Los kelpers no son el punto en cuestión. A través del sistema Argos, el Reino Unido monitorea temperaturas, salinidad y corrientes submarinas de todo el mar antártico. A través del British Antartic Survey estudia y nomencla riquezas imperceptibles. Antes se hablaba del krill como el alimento del futuro, hoy es importante pero no tanto. La carrera es por el patentamiento de la diversidad biológica para fines farmacéuticos, es por el control de los recursos mineros sumergidos en la plataforma continental y obviamente por el control de los recursos hidrocarburíferos de los subsuelos.

Cuando las motivaciones suelen ser tan elevadas, el mensaje es tan “superliminal” que a veces corre el riesgo de volverse estéril y ser percibido como estático o de baja relevancia. Esto suele suceder con Malvinas. Al tema Malvinas hay que comprenderlo con múltiples lupas convergentes: el cambio climático, la biodiversidad de aplicación farmacéutica y la transformación de la matriz energética global. Estamos frente a un TEG de altísimo nivel.

Nuestra avanzada debe ser el Conicet. A diferencia de 1982, la batalla se da en el campo del conocimiento y la carrera no es armamentista, sino científica.

Las victorias son patentes y descubrimientos, no enclaves territoriales. Debemos ocupar el Atlántico Sur con conocimiento, sólo así ganaremos profundidad estratégica, condición sine qua non para una Argentina próspera en las próximas dos generaciones.

La economía real es una economía de conocimiento que amplía los horizontes de las “cosas” conocidas para su gerenciamiento a través de su posesión real. Nuestra economía real del futuro, no la inmediata, sino la de los próximos 30, 40 y 50 años está intrínsecamente vinculada a nuestra identidad sur. Pensar una Argentina potencia media, es decir, un país habitado por una clase media popular próspera y económicamente autosustentable es un sueño inseparable de la cuestión Malvinas y la cuestión antártica.


Juan Recce
Director ejecutivo del
Centro Argentino de Estudios Internacionales (CAEI)


lunes, 23 de enero de 2012

¿ESCUELA PRIVADA O PÚBLICA?

Cuando yo era chico, todos íbamos a la escuela pública. Sólo los que querían separarse del resto, los copetudos, los agrandados, los que tenían guita, mandaban a sus hijos a la escuela privada.
 
En la escuela, debajo del guardapolvo blanco, estábamos los hijos del barrio: el verdulero, el mécanico, la maestra, el empleado, la doctora, el obrero, el farmacéutico, el pedicuro, la del quiosco, el tintorero, el zapatero, todos, mandaban a sus hijos a la escuela pública. Los otros eran los menos. El uniforme de cualquier colegio que fuera, marcaba una distancia entre los chicos. Recuerdo a la piba de enfrente que iba al Modern School de Lanús, y se creía la reina de Inglaterra, no le daba bola a nadie.
 
Llegó la dictadura, después el neoliberalismo, y la escuela pública fue víctima, como todo, de la desidia y el abandono. Las cabezas de todos nosotros se infectaron de egoísmo, miedos, prejuicios, mezquindades.
 
La escuela, como la familia, la fábrica, la universidad, el club, el ferrocarril, los comercios, el Estado... como cada pedazo de esta sociedad, sufrió los avatares de la tragedia que nos llevó a la implosión de 2001.
 
Hubo, en todos estos años, una constante migración al colegio privado, mezcla de prejuicio de clase y realidad social, los padres y madres pensaron que no habría paros en la escuela con cuotas de acuerdo a la cara del cliente, y habría Ingles y Frances y Alemán, que son tan necesarios para que los chicos cuando crezcan vayan a trabajar a una multinacional. Todo perfectamente planeado... ¿Por quién?
 
 
1
“En la Argentina la escuela pública tuvo su momento de auge en la primera mitad del siglo XX” ─explica Inés Dussel, investigadora del Conicet─ “Más que pública o privada, me parece que hay que mirar los problemas del sistema educativo en su conjunto. Segmentación social, empobrecimiento y superficialidad en lo que se enseña, problemas serios para organizar un orden de trabajo (disciplina, atención, compromiso y disposición a trabajar). Esos problemas los tienen la mayoría de las escuelas, públicas y privadas, y habría que atenderlos de manera urgente”.
 
«La opción por la escuela privada está ocurriendo aun cuando las condiciones de estudio en muchas de ellas no son las mejores desde el punto de vista social: la discriminación aparece como la contra más importante. Según un trabajo publicado en 2011 por Unicef y Flacso, la discriminación alcanza cotas más altas en el sistema privado, con más casos de violencia, maltrato, acoso y hostigamiento entre compañeros, que en las escuelas públicas», publica Clarín en la nota Más chicos inician primer grado en escuelas privadas.
 
 
2
¿Por qué colegio Privado? ¿Por que sucede tal decisión? ¿Tal vez, creemos que con la elección de la escuela alcanza y sobra? Muchos, pero muchos, depositan a sus hijos en los establecimientos educacionales con la única preocupación de las notas en el boletín, y poder pagar las cuotas, los aumentos, las matrículas. Punto. Depósito infantil. Yo me rompo el... alma para que mi hija tenga la mejor educación. ¿La mejor? ¿Está seguro que la calidad es directamente proporcional al doble turno, idiomas y cantidad de plata abonada?
 
Mmm...
 
Habría que mirarse al espejo y contestar algunas preguntas: ¿Cuántas horas pasan tus hijos frente al televisor? ¿Cuánto tiempo frente a la computadora? ¿Cuántas veces fuiste al colegio de tu hijo, participaste de una reunión de padres, colaboraste con la cooperadora? ¿Cómo se llaman los compañeros de tu hijo ( hija) y los padres? ¿A cuántos actos fuiste? ¿qué temas están viendo en historia o en geografía o en matemática? ¿Cuándo fue la última vez que hiciste los deberes con tu hijo?
 
 
3
Volvamos a la nota de Clarín...
 
“El factor principal en este cambio es simplemente que los padres perciben que en las escuelas privadas es mayor la cantidad efectiva de días de clase y mejor la organización. Esa percepción hace que apenas se los permita su situación económica, las familias hagan el esfuerzo de mandar a los chicos a una escuela privada, aunque sea a una parroquial”, dice Juan José Llach, exministro de Educación de la Nación de De la Rúa...
 
→ Mirá a quién van a preguntarle sobre Educación, los muchachos de Clarín... Juan José Llach fue Secretario de Programación Económica de la Nación (1991-96) y Ministro de Educación de la Nación (1999-2000). Era la mano derecha de Domingo Felipe Cavallo
 
• Remember la deuda externa, la convertibilidad, el Megacanje, el corralito?
 
• Remember Menem and Helicóptero De la Rúa?
 
 
4
Volvamos a la nota de Clarín...
 
Alfredo Fernández, de Adeepra , señala que la mayoría de las escuelas privadas de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires –que ofrecen los niveles preescolar, primario y secundario– en general tienen sus matrículas completas y casi no tienen vacantes disponibles. “Entonces las familias que se decidieron por una escuela privada para la educación de sus hijos tratan de hacerlos ingresar al colegio lo antes posible. Ese es un modo de asegurarse la vacante para la primaria”...
 
Mirá a quién van a preguntarle sobre Educación, los muchachos de Clarín.
 
Adeepra es la Asociación de Entidades Educativas Privadas Argentinas. Su página web es más pobre que la casa de un ciruja. No defienden la educación ni plantean contenidos sino intereses empresariales de los dueños de los colegios.
 
 
5
La educación privada según los clientes...
 
“No hay paros. Si falta el docente, ponen un reemplazo. Los chicos están contenidos y controlados”.
 
Para otra familia, las opciones de doble jornada escolar con almuerzo incluido y una mayor continuidad en el dictado de clases fueron decisivas para mandar a sus hijas a la escuela privada desde el jardín de infantes.
 
“Por cuestiones laborales, en nuestra búsqueda priorizamos la oferta de la doble jornada, en un año con continuas interrupciones de clases en la escuela pública, fundamentalmente por los paros y protestas por malas condiciones en los edificios. Entonces nos decidimos por una privada”.
 
“El sacrificio económico vale la pena porque mis chicos asisten a clases todo el año y no estamos pendientes de que si habrá paro o no”.
 
“El recorrido fue igual. Empezaron en la guardería privada Diente de Leche; y de ahí pasaron al jardín, primario y secundario del Colegio de las Marías”.
 
 
6 
Respuestas idénticas. Frases hechas. Remedos del Sálvese quien pueda. Reasavios de la destrucción del Estado, el abandono de la educación pública, la salud pública, la obra pública. Una sociedad insolidaria librada a su suerte. Darwinismo social: la ley del más fuerte: quien puede pagar estudia, el que no paga al rincón. Los gobernantes llegaron a ser administradores subordinados a los poderes fácticos de adentro y de afuera, cámaras empresarias, corporaciones, bancos, financieras y organismos internacionales de crédito.
 
Y desde alguna lujosa oficina muy lejana, con un idioma distinto al nuestro, diseñaban cómo debían educarse nuestros niños y niñas...
 
 
daniel mancuso
 
 

domingo, 22 de enero de 2012

CHURITA, MARIANA BARAJ






Primero fue Lumbre, en 2002. Luego vinieron Deslumbre, en 2005; Margarita y Azucena, en 2007; y el último álbum, Churita, de 2010.

Se encuentran en esta, su última obra, tanto las diversas influencias de las que supe nutrirse más todo lo aprendido en su recorrido musical hasta hoy. Desde lo ancestral y rural, hasta cierta urbanidad, con pequeños guiños al rock y el jazz.

Churita está hecho de nueve canciones escritas en su totalidad por Mariana Baraj, que además de cantar con su voz tan particular, grabó percusiones, aerófonos, kalimba, charango, violín toba, y estuvo a cargo de toda la producción artística.

Hay muchos timbres y colores del norte argentino, con su correlato en la presentación gráfica que estuvo a cargo del célebre fotógrafo Marcos López (fotos y arte), y Martín Churba (estilo y vestuario).

Aparecen músicos invitados en distintos instrumentos, como Alejandro Franov (acordeón y arpa), Marcelo Baraj (percusiones) y la participación especial de Fernando Ruiz Díaz (Catupecu Machu) que puso el canto en dos tracks del álbum, también su guitarra eléctrica y charango.

En su totalidad es una grabación bastante naturalista, de sonido principalmente acústico, casi sin sobregrabaciones, pero con detalles y arreglos bien logrados. Así es como se refleja cierto aire folklórico, y tiene que ver con las composiciones que ya vienen con ritmos y melodías de las diferentes latitudes sonoras de Sudamérica. Ese cruce de caminos explica estas canciones, que llevan los colores saturados del continente, creando un sincretismo entre lo popular y lo urbano.

Pero no se trata de un conjunto de temas tradicionales, sino la visión actual y singular de Mariana sobre un mapa musical cercano y querido, sin mayores fronteras.

La obra en que es autora de todos los temas estrena a además su propio sello Cardonal, con ésta edición y la reedición de su primer disco Lumbre, el cual recuperó tras varios años de estar descatalogado en otro sello. Su independencia actual la reposiciona más alto que nunca.






1. La Guada
2 .Brisita
3 .Churita
4 .Nadie
5 .Alma De Niño
6 .Gualicho
7 .Orilla
8 .Vidalita
9 .Mismomar



Músicos:

Mariana Baraj
Voces, percusión, charango, nbiqué, kalimbas y aerófonos.

Juan Pablo Chapital
Guitarras

Quique Ferrari
Bajo eléctrico, contrabajo y voz

Marcelo Baraj
Percusión

Alejandro Franov
Acordeón y arpa

Fernando Ruiz Díaz
Voz, guitarra eléctrica y charango

Grabado entre Junio y Agosto de 2009.











miércoles, 18 de enero de 2012

GALEANO EN CASA DE LAS AMÉRICAS





Eduardo Galeano, escritor y periodista uruguayo, junto a Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, durante la presentación del Jurado del Premio Casa, en su edición 53, en La Habana, Cuba, el 16 de enero de 2012...

Tras pronunciar las emotivas palabras de inauguración del Premio Casa de las Américas 2012, Eduardo Galeano hizo una tregua con su agenda y cedió algunos minutos a la prensa:

“Es una visita muy cortita, lamentablemente. Me hubiera gustado haberme quedado más tiempo pero pude reencontrarme con viejos amigos, que nos seguimos queriendo como si el tiempo no hubiera pasado, y también pude recorrer más a fondo a La Habana, que es un placer aparte. Ya lo había hecho antes, en compañía de EusebioLeal, ‘El Creador’ y esta vez pude confirmar que se merece un capítulo del Génesis para sustituir al de la Biblia, porque Dios hizo al mundo en una semana, pero este en pocos años ha hecho La Habana Vieja, que no es ‘moco de pavo’.

Se merece un texto sagrado que reconozca la labor creadora de ese loco lindo que con tropical locura ha hecho el hermosísimo barrio de La Habana, que parecía condenada a la ruina, y que él la levantó y con ese impulso creador que tiene logró multiplicarla, descubriendo la energía que yo no sabía que contenía. Eso fue lo más alentador que encontré, aparte de lo de siempre que es la Casa de las Américas, que como dije en esas palabritas recientes, también es mi casa.


I
Cuba está viviendo un período, más que un momento, un período apasionante de cambios.

Creo que eran cambios que la realidad fue incubando, que no nacieron como Atenea de la cabeza de ningún dios, nacieron de la energía acumulada por una sociedad que es capaz de cambiar, y esa es la prueba de que está viva. Es evidente que se había llegado por un camino que tuvo su sentido y fue impuesto por las circunstancias, porque la Revolución Cubana hizo lo que pudo y no lo que quiso; a raíz del bloqueo y mil y una formas de límites impuestos desde afuera al desarrollo de su energía creadora, hasta llegar a los días de ahora, intentando heroicamente comunicarme por Internet desde el hotel donde estoy.

“Percibo una indudable buena voluntad de todos por ayudarme pero hemos chocado siempre con los problemas derivados de una de las formas de bloqueo, el bloqueo de las comunicaciones, que rara vez se menciona pero es muy importante. Entonces, me he topado con ese cartelito de ‘You want to enter from a forbidden country’, ‘Usted quiere entrar desde un país prohibido’. Yo pensé, ‘que orgulloso estoy de ser casi compatriota de los habitantes de ese país prohibido’, porque el asunto está en preguntarse, ‘¿prohibido por quién?, ¿prohibido por qué?’. Quizás prohibido porque a pesar de todas sus contradicciones y dificultades sigue siendo un ejemplo de dignidad nacional para los otros países, a veces ninguneados, pobres, pequeños, que no tienen derecho al patriotismo porque el patriotismo es el privilegio de los países mandones, de los ricos, de los poderosos, que son los que juzgan a los demás y dictan sentencia. También prohibido por el peligroso ejemplo de la solidaridad, porque Cuba ha sido y sigue siendo capaz de practicar, a pesar de sus condiciones de vida muy difíciles. Yo creo que esos dos contagios han puesto tantas trabas, tantos palos en las ruedas de los procesos de cambio que esta Revolución necesita llevar adelante y que de ahí viene lo de ‘forbidden country’, ‘país prohibido’. Si es por eso yo también quiero ser prohibido, como el país donde estoy.


II
Espejos intenta recuperar el arcoíris terrestre

“Mañana voy a leer algunos fragmentos, relatos cortos de un libro que se va a publicar ahora en Cuba, que debería haber salido ya pero los imprenteros no cumplen; en ningún país del mundo cumplen. Muy buena gente, a mí me apasiona el oficio de impresor. Si hubiera nacido en otras vidas hubiera querido ser Gutenberg, o alguno de los chinos que precedieron a Gutenberg, porque el arte de la impresión me enloquece y la he practicado desde siempre en Montevideo, en Buenos Aires, en otros lugares. Pero a pesar de que reconozco y quiero a los profesionales de la impresión, también sé por experiencia que nunca cumplen, entonces si te dicen octubre habría que precisar de qué año, porque nunca está claro, y parece que el libro no está listo. Ojalá lo esté para mañana.

“Se llama Espejos; es nada menos que una tentativa de escribir una historia universal con el mundo visto desde el ojo de una cerradura, a través de pequeñas historias, historias chiquitas que no hacen caso de las fronteras del mapa ni del tiempo, y que intentan contribuir a la recuperación del arcoíris terrestre. Yo soy de los que creen que el arcoíris terrestre es más bello y deslumbrante que el arcoíris celeste, pero estamos ciegos de esos colores, esos colores que nos demuestran que somos más de lo que nos dicen que somos, porque cargamos una herencia de mutilaciones, que viene de la época colonial y sigue viva; mutilaciones universales, como por ejemplo, el machismo, el racismo, el militarismo y otros ismos que nos dejan ciegos de nosotros mismos. Este libro intenta recuperar esos colores, esos fulgores.

“Después voy a leer algunos pedacitos de otro libro que todavía no se ha publicado pero que va a salir espero que en marzo en España, Uruguay, Argentina y México. Se llama Los hijos de los días, y se parece bastante a Espejos, está guiado por la misma intención de recuperación del arcoíris terrestre, pero tiene una estructura diferente. Es como un calendario, y a cada día corresponde una historia que puede haber ocurrido en cualquier año y en cualquier lugar del mundo, pero de ese día. Entonces se mezclan cosas que ocurrieron doscientos años antes de Cristo con cosas que ocurrieron el año pasado. A cada día corresponde una historia, y se llama Los hijos de los días porque yo había guardado desde hacía años algunas cosas que escribí cuando estaba en Guatemala, hace muchos años, allá por el año 66 o 67, y tienen que ver con la cultura maya, que es deslumbrante; es una cultura donde el tiempo funda el espacio. Yo había intentado hacer una síntesis de lo que había escuchado en las comunidades para ver si alguna vez podía ayudar a que el mundo se asomara a esas cosas. Por cierto, es una cultura muy manipulada por quienes la han usado de mala manera, no los mayas, sino los que la han usado para vender horóscopos falsos o para vender miedo, con toda esta historia de que los mayas dijeron que en el 2012 se acaba el mundo; es un disparate total, nunca ningún maya dijo semejante cosa.

Yo había tomado algunas anotaciones, algunas síntesis y las guardé. Ahora una de ellas sirve de introducción a este libro, y dice algo como esto:

“Y los días se echaron a caminar, y ellos, los días, nos hicieron a nosotros. A nosotros los hijos de los días, los averiguadores, los buscadores de la vida.”



III
Roque fue asesinado por ser como era

Roque fue mi amigo y para mí ese es un nuevo capítulo de la historia universal de la infamia (refiriéndose a la reciente exoneración de los culpables del asesinato de Roque Dalton), a la cual tanto ha contribuido y sigue contribuyendo nuestra América Latina. Lamentablemente, otro capítulo más que agregar a los muchos que nuestros amos han ido redactando, y en el caso de Roque es un escándalo. Roque fue asesinado por ser como era, un tipo con un evidente, notorio, sentido del humor y del amor, muy ‘jodón’, muy divertido, y era absolutamente incapaz de obediencia. Fue asesinado por algunos de sus compañero de la guerrilla de El Salvador, que para mí son criminales, porque creo que son tan criminales los revolucionarios que matan para castigar la discrepancia como los militares que matan para perpetuar la injusticia.”



IV
No queremos morir ni de hambre ni de aburrimiento

“Se ha trabajado en la búsqueda de la unidad que es un camino que se pueda discutir, diría que es imprescindible unirse en un mundo en el que hay que saber defenderse y solo unidos nos podemos defender, pero a sabiendas de que son procesos muy complejos, porque el motor de la vida es la contradicción. Queremos una unidad latinoamericana sin desconocer que América Latina es también un espejo de las desigualdades del mundo, y muchas veces esas desigualdades se proyectan de mala manera entre los países latinoamericanos. No se trata de que el Norte es malo y el Sur es bueno; los dos tienen contradicciones y si no entendemos o tratamos de comprender esas contradicciones no las podremos superar para construir una síntesis diferente. Las contradicciones existen, por eso es tan difícil que nos pongamos de acuerdo en cosas tan obviamente necesarias, como esta iniciativa de Hugo Chávez que es el Banco del Sur y cuesta llevarla adelante justamente por esas contradicciones que hay entre los países más poderosos y más débiles dentro del propio espacio latinoamericano.

Pero a la contradicción no hay que tenerle miedo, es el motor de la vida; somos contradictorios, por eso estamos vivos. Esa unión de diversidades es compleja, pero será la única manera de reconocernos a nosotros mismos en todas nuestras infinitas posibilidades de creación y de cambio, a partir del reconocimiento de la diversidad, a partir de la celebración de la cantidad de mundos que el mundo contiene, que es lo mejor que el mundo tiene, y lo mejor que nosotros tenemos. Por suerte somos diversos; más de un iluminado en un debate público me decía ‘qué tanta América Latina, ni América Latina. ¿Qué tiene que ver un argentino con un haitiano?’. Y yo lo miraba con lástima, con pena. Pobre hombre, el no sabe que lo mejor que te puede ocurrir es ser diverso, y nuestra gran virtud es que contenemos todos los colores, los olores del mundo en América Latina, en la diversidad latinoamericana. Si no estaríamos condenados a aceptar lo que el sistema nos obliga a obedecer, ‘a ver, elige, ¿de qué quieres morir, de hambre o de aburrimiento?’. Yo creo que tenemos que contestar, ‘no queremos morir, ni de hambre ni de aburrimiento’.






V



lunes, 16 de enero de 2012

Zygmunt Bauman




"Hoy nuestra única certeza es la incertidumbre"



Zygmut Bauman (Poznan, 1925) ha atravesado el siglo XX sin perder pie en sus más oscuros recovecos para alcanzar el XXI pleno de experiencia y lucidez. Residente en Gran Bretaña desde los 70, tras huir sucesivamente de los nazis alemanes y los comunistas polacos, a sus estudios sobre el Holocausto del hitlerismo siguieron los fundamentales analísis sociológicos de la contemporaneidad que le han dado fama mundial.

¿Quién no se ha topado con el concepto de “modernidad líquida”, con la noción del fin de las clases medias y la eclosión de “los nuevos pobres”? ¿Cómo no sentirse interpelado por sus advertencias acerca de la disolución de las seguridades de la sociedad del bienestar, del auge de la incertidumbre, el miedo y el olvido?



¿Cuál es su descubrimiento más reciente?
Con un pie en la tumba intento hacer balance, y mi constatación es que acabaré donde empecé.

¿Buscando una sociedad perfecta?
Sí, hospitalaria para los seres humanos.

¿Qué ha aprendido en el trayecto?
He vivido bajo diferentes regímenes, ideologías, modas..., y lo que me resulta más sorprendente es que hay dos valores sin los cuales la vida humana sería impensable: la seguridad y la libertad.

Reconciliarlos es imposible, dice usted.
Cuanta más libertad tengamos menos seguridad, y cuanta más seguridad menos libertad. En la sociedad, la conquista de libertades nos lleva a una gran cantidad de riesgos e incertidumbres, y a desear la seguridad.

Y entonces nos sentimos ahogados.
Sí, conseguimos que no nos atraquen por la calle, que si caemos enfermos nos atiendan, pero nos volvemos dependientes, subordinados, y eso nos hace sufrir. Así que volvemos a evolucionar a una mayor libertad.

¿En qué punto estamos hoy?
Estamos asustados por la fragilidad y la vacilación de nuestra situación social, vivimos en la incertidumbre y en la desconfianza en nuestros políticos e instituciones. Estudiar una carrera ya no se corresponde con adquirir unas habilidades que serán apreciadas por la sociedad, no es un esfuerzo que se traduzca en frutos. Toda esta precariedad se expresa en problemas de identidad, como quién soy yo, qué pasará con mi futuro.

Y así llegamos a sus fluidos: sociedad líquida, amor líquido, miedo líquido...
Sí, la modernidad líquida, en la que todo es inestable: el trabajo, el amor, la política, la amistad; los vínculos humanos provisionales, y el único largo plazo es uno mismo.

Todo lo demás es corto plazo.
No se da el tiempo para que ninguna idea o pacto solidifique. Este enfoque ya forma parte de la filosofía de vida: hagamos lo que hagamos es de momento, por ahora.

Nada dura para siempre, ni siquiera el futuro.
Hoy nadie construye catedrales góticas, vivimos más bien en tiendas y moteles.

¿Y por qué lo considera un problema?
Objetos y personas son bienes de consumo, y como tales pierden su utilidad una vez usados. La vida líquida conlleva una autocrítica y autocensura constantes; se alimenta de la insatisfacción del yo consigo mismo.

Nos hemos quedado sin utopías.
La felicidad ha pasado de aspiración para todo el genero humano a deseo individual. Se trata de una búsqueda impulsada por la insatisfacción en la que el exceso de los bienes de consumo nunca será suficiente.

Y llegamos al consumidor consumido.
Hemos trasplantado unos patrones de comportamiento creados para servir a las relaciones entre cliente y producto, a otros órdenes del mundo. Tratamos al mundo como si fuera un contenedor lleno de juguetes con los que jugar a voluntad. Cuando nos aburrimos de ellos, los tiramos y sustituimos por algo nuevo, y así ocurre con los juguetes inanimados y con los animados.

Es decir, otros seres humanos.
Sí, hoy una pareja dura lo que dura la gratificación. Es lo mismo que cuando uno se compra un teléfono móvil: no juras fidelidad a ese producto, si llega una versión mejor al mercado, con más trastos, tiras lo viejo y te compras lo nuevo.

¿Qué efectos tiene en el ser humano?
Una actitud racional para con un objeto es una actitud muy cruel para con otros seres humanos. El consumismo es una catástrofe que afecta a la calidad de nuestras vidas y de nuestra convivencia. Creemos que para todos los problemas siempre hay una solución esperando en la tienda, que todos los problemas se pueden resolver comprando, y esto induce a error, nos debilita.

¿Por qué nos debilita?
Porque nos priva de nuestras habilidades sociales, en las que ya no creemos.

¿Cómo construirse a uno mismo, hallar la felicidad en este mundo líquido?
Hay dos factores que cooperan para modelar el camino de la vida humana, uno es el destino, algo que no podemos cambiar, pero el otro elemento es el carácter.

Ese sí lo podemos moldear.
El destino dibuja el conjunto de opciones que tienes disponible, siempre hay más de una opción. Luego el carácter es el que te hace escoger entre esas opciones. Así que hay un elemento de determinación y otro de libertad.

¿Hay que resistirse para ser libre?
Viviendo en una sociedad de consumidores, resistirse a ser un consumidor es una opción posible pero muy difícil. Por lo tanto, la probabilidad de que la mayoría de las personas decida resistirse al consumismo es una probabilidad muy lejana, aunque todas las mayorías empezaron siendo minorías.

¿Alguna solución individual?
Uno no sólo puede, sino que debe vivir su propia vida y el modelo de vida que le encaje, consciente de las consecuencias y costes que acarrea. Y el problema de mejorar la sociedad, y esta es la respuesta a todas las preguntas futuras que me pueda hacer usted.

¿...?
Se resume en hacer que la sociedad sea más benevolente, menos hostil, más hospitalaria a las opciones más humanas. Una buena sociedad sería la que hace que las decisiones correctas sean las más fáciles de tomar.








    El hombre líquido

    Doctor honoris causa por 15 universidades, sigue ejerciendo de profesor (Universidad de Leeds), y se nota: es de esos entrevistados que, con su pipa en ristre y amablemente, apenas te dejan meter baza en la conversación.

    Su pensamiento y su obra han sido analizados en una docena de libros. Hijo de una familia judía humilde, ex marxista polaco huido del estalinismo, se refugió en la universidad británica y se convirtió en un superventas filosófico.

    Tirando del hilo de su concepto de modernidad líquida, que define los rasgos característicos de nuestra época, ha escrito sobre la vida líquida, el amor líquido, los miedos líquidos...







viernes, 13 de enero de 2012

SUPERHOMBRES CALVOS, MUTANTES y Afines






A pesar de que muchos esperaban que él, que había indagado nuestro origen, dijera algo acerca del futuro de la humanidad, Darwin siempre fue muy prudente. Apenas sobre el final de El origen del hombre admitió que “podemos tener esperanzas de alcanzar un destino aun más elevado en un remoto porvenir”.

Más dispuesto a opinar estaba en cambio su colega Russel Wallace, quien por sus convicciones socialistas confiaba en el progreso moral, y por sus creencias espiritistas soñaba con el desarrollo futuro de nuevas facultades mentales.

Fue el propio Wallace quien esbozó una polémica con la madre de la Teosofía, Mme. Blavatsky. La profetisa rusa decía estar en condiciones no sólo de anticipar el futuro del homo sapiens sino de hablar del Superhombre que nacería en América, y hasta del ser que le sucedería antes de que acabara el presente ciclo cósmico.

A pesar de la cautela de Darwin y Wallace, a fines del siglo XIX la idea del Superhombre ya estaba circulando por toda Europa, y Nietzsche no era el único en hablar de eso. Si la evolución aparecía como un proceso de creciente complejidad y conciencia que venía desde los protozoarios, no había razón para suponer que el hombre no seguiría evolucionando.

Mientras que Darwin y Wallace no preveían cambios físicos radicales en el hombre, H.G. Wells se lanzó a imaginarlos, para lo cual no hizo más que extrapolar las tendencias de la vida civilizada.


EL ENANO CABEZON

Wells fue quien creó el modelo más popular de “hombre del futuro”. Desde entonces no han hecho más que imitarlo, y han recurrido a él a la hora de imaginar a los extraterrestres. Ocurre que éstos siempre fueron pensados como sobrehumanos, por su capacidad para viajar por el espacio. Pero hoy que estamos en condiciones de hacerlo nadie diría que nos hayamos superado demasiado.

Cuando escribió El hombre del año Un Millón (1893), Wells pensaba que la tendencia al sedentarismo, junto a la reducción del trabajo y la actividad física, iría acentuándose, y estaría acompañada por una creciente actividad intelectual.

El prototipo de Wells tenía una enorme cabeza ovoide y un rostro apenas esbozado. Por sus condiciones artificiales de vida apenas haría uso de la nariz, las orejas y la boca, pero tendría ojos prominentes, desarrollados gracias al estudio. Entre otros vestigios animales habría perdido el vello corporal y el pelo.

Desde entonces fue inevitable que casi todos los superhombres de ficción fueran calvos. De hecho, ya hay mucha gente que ha comenzado a afeitarse la cabeza, y aunque se nota cierta tendencia a hipertrofiar la oreja y el dedo, por el uso del celular, no hay que temer otras cosas, porque la gente dedica más tiempo a endurecer los glúteos que a ejercitar el cerebro.

Dotado de gran cabeza y manos diestras, el hombre de Wells tenía un cuerpo que difícilmente podría sostenerlo, con sus flojos músculos y sus piernas de pájaro. Para resolver el problema, Wells hizo que viviera sumergido en tanques llenos de nutrientes, como una suerte de feto senil, quizás atendido por legiones de robots.

En Los primeros hombres en la Luna (1901), Wells pareció ironizar sobre sus propias especulaciones. Diseñó una sociedad de “insectos” con cuerpos especializados como herramientas, dirigidos por algunos desmesurados cerebros, que sólo vivían para el conocimiento puro. En La máquina del tiempo (1895) había imaginado algo peor: la especie podía dividirse en dos, una hebefrénica y la otra bestial, pero ambas estériles.

En cierta medida, la paleontología permite especular sobre el futuro del hombre, en cuanto nos muestra cómo evolucionan el índice cefálico o las circunvoluciones cerebrales. Con todo, los pueblos “originarios” de América y Oceanía estuvieron muchos milenios aislados, sin que nunca se volvieran una especie distinta. Hoy, la tendencia globalizadora hace que cada vez haya menos islas Galápagos donde las mutaciones puedan prosperar, y si algo cabe esperar es la homogeneización racial.

La gran mayoría de los cambios observables a escala histórica no depende de la selección natural sino del desarrollo técnico. Un niño nacido durante alguna de las glaciaciones estaba sometido a los duros desafíos de la selección natural, pero un minusválido actual suele crecer protegido de las inclemencias, con el alimento asegurado y sostenido por la medicina. Desde que existe la civilización urbana, la selección natural y las mutaciones genéticas juegan un papel evolutivo menor, puesto que la tecnología permite sobrevivir a muchos inviables biológicos. Pero, a diferencia de lo que piensan los racistas y los eugenistas, muchos de aquéllos pueden tener valiosas capacidades. Librado a las fuerzas de la naturaleza, Steven Hawking nunca hubiera sobrevivido, pero la tecnología le ha permitido vivir y desplegar toda su inteligencia.

Hace medio siglo, Sir Peter Medawar opinó que ya no había que esperar cambios físicos en el hombre, salvo para el caso del cerebro, que interactúa con el medio y responde a sus desafíos.

Quizá Medawar estaría pensando en alguna variante del enano de Wells, pero no tuvo en cuenta la naciente revolución informática. Con ella hemos aprendido a pensar que el cerebro puede contar con un entorno de prótesis electrónicas que le permitan acceder a una información ilimitada, con una velocidad de procesamiento que excede la del cerebro mismo. Quizá nos espere un futuro de cyborgs o de robots, como sostienen los “transhumanistas”. Son los que ven como inevitable la convergencia de la manipulación genética, la robótica, la inteligencia artificial y la nanotecnología.

Los escritores de ciencia ficción se apropiaron de este tema, no siempre con éxito. Cuando Frederik Pohl imaginó su Homo Plus (1976), diseñado para adaptarse a las condiciones de la vida en Marte, apenas le salió una cruza de gárgola con vampiro. Más audaz, pero menos riguroso, James Blish concibió un plan para colonizar planetas extrasolares con seres humanos modificados, en la novela Semillas estelares (1957). Al poner en escena hombres microscópicos que convivían con amebas y paramecios, creó un entorno sugestivo, pero no se le ocurrió que las moléculas no pueden achicarse indefinidamente. Algo parecido le ocurrió a Ursula K. Le Guin en la novela Nueve vidas (1969), donde imaginó una “familia” de clones, pero los hizo de ambos sexos, como si fueran mellizos.


DE FEDERICO A CHARLY

Uno de los superhombres más mentados fue el Übermensch de Nietzsche, aunque su autor jamás lo pensó como un salto de orden biológico. Según los exégetas de Nietzsche, el Superhombre no era un individuo, ni una especie, sino una suerte de símbolo de lo que podía llegar a ser el hombre liberado de ataduras morales, a imagen y semejanza de su autor.

En su tiempo, sin embargo, no lo veían así, y había muchos que veneraban a Nietzsche como el numen de esa eugenesia de triste memoria.

Uno de sus admiradores era el inglés Alfred Orage, un dirigente de la Sociedad Teosófica que era tan devoto de Nietzsche que solía viajar con sus obras como único equipaje. Orage sostuvo que el Superhombre descendía de un personaje literario creado por Bulwer Lytton, el autor de Los últimos días de Pompeya. El protagonista de la novela Zanoni se llamaba Mejnour y era un mago inmortal que tenía por lema “lograr que el hombre supere a la humanidad”. El ocultista Lytton era uno de los maestros de Blavatsky y de Rudolf Steiner. Wagner, que era amigo de Nietzsche, había compuesto una ópera en base a uno de sus libros.

Lo que a todos les parecía casi obvio era que, más allá del aspecto físico, el próximo paso en la evolución humana sería un ser dotado de inteligencia superior. Era una idea inquietante, porque en ese caso corríamos el riesgo de ser tratados como monos. Ser demasiado inteligente podía ser un problema, hasta para el Superhombre.

Uno de esos genios superhumanos de la literatura fue tratado por el inglés John Beresford en La maravilla de Hampdenshire (1911). Bastante perverso, a los ocho años ya había superado a los adultos y se aprestaba a dominarlos mediante la hipnosis.

Más convincente (por lo menos para los que habían leído a Nietzsche) fue ese Juan Raro (1935) que le debemos a otro inglés, Olaf Stapledon. Juan era un genio telépata que emprendía una carrera criminal para transgredir todas las normas y reunirse con sus semejantes. Cuando lograba encontrarlos, se iban todos a una isla del Pacífico y, tras aniquilar a los nativos, construían una comunidad utópica. Al fin acababan suicidándose en masa mediante una explosión nuclear para no rendirse a las potencias europeas.

Una variación sobre este tema fue Sirio (1944), donde Stapledon imaginó un perro mutante que alcanzaba el nivel de la inteligencia humana, sólo para sentirse profundamente infeliz.

Flores para Algernon, de Daniel Keyes (1959), llevada al cine como Charly en 1968, también jugaba con el drama de la inteligencia. Un retrasado mental era sometido a un tratamiento que le permitía alcanzar y superar una inteligencia normal. Pero en su mejor momento descubría que el proceso comenzaba a revertirse y volvía a hundirse en la oscuridad.

Lo más original que se le había ocurrido a Stapledon era pensar que los superhombres mutantes podían ser locos, deformes, marginados, miembros de las razas oprimidas, que serían tratados como freaks en cualquier sociedad. El tema lo retomó Theodore Sturgeon en una celebrada novela, Más que humano (1953). Aquí, el Superhombre no era un individuo sino un grupo de niños sin familia, que en conjunto funcionaban como una gestalt. Su autor los había dotado generosamente de facultades paranormales.


LOS MUTANTES

Quizá los mutantes más famosos de la ciencia ficción sean los de Van Vogt y Kuttner.

Slan (1940), de A.E. van Vogt, siempre fue elogiada como una parábola del racismo, la discriminación y la intolerancia. Sin negarle algún mérito de ese orden, a poco de empezar la novela naufraga en uno de esos culebrones interplanetarios que eran la especialidad de su autor. Estos mutantes han surgido espontáneamente, a pesar de que todos creen que fueron engendrados por el sabio S. Lann (de ahí, slan). Son calvos, telépatas y fácilmente reconocibles porque tienen antenas. Se mueven entre la autoestima y el despotismo. Mientras unos son perseguidos como alimañas por los humanos, otros conspiran para someterlos; pero hay un grupo que se muestra más conciliador. Al fin resulta que casi todo el mundo es slan.

Mutante (1945-1953), de Henry Kuttner, es otra historia de telépatas calvos, frutos de una mutación causada por una guerra atómica que ha diezmado a la humanidad. Ellos también discuten acerca de qué hacer con nosotros, si abrazarnos o aniquilarnos. Todo desemboca en una guerra, que por suerte ganan los buenos.

Superman, el más famoso de los superhumanos, no era de acá sino del mítico Krypton, y había llegado en una navecilla parecida al canasto de Moisés. En cierto modo encarnaba el sueño del inmigrante exitoso.

Siegel y Schuster, sus autores, habían leído mucha ciencia ficción e hicieron que su personaje diera grandes saltos, como lo permitía una gravedad menor a la de su mundo. Pero a los dibujantes les era más cómodo hacerlo volar y la decisión la tomaron ellos, por incongruente que fuera.

La primera versión de Superman databa del año 1933. Este superhombre era calvo y telépata, como cabía imaginar, pero muy malvado. Aspiraba a dominar el mundo, como ese Übermensch petiso que llegó al poder en ese mismo año.

El hijo de los Kent al principio era medio zurdo y hasta un poco violento. Luchaba contra empresarios deshonestos y políticos corruptos, demolía conventillos apestosos y evitaba linchamientos. Más adelante, los editores le inculcaron el código moral que podía haberle dado una familia de granjeros, allá en Smallville. Desde entonces fue un boy scout intachable, que tenía prohibido cualquier exceso.

Tuvo más suerte que Batman, porque no encontró un revisionista que empañara su virtud. Toda la maldad (¡y la calvicie!) la heredó Lex Luthor, uno de esos villanos arquetípicos que no le pueden faltar a un héroe profesional.

Tal como vienen las cosas, no hay que hacerse demasiadas ilusiones con los superhombres.







miércoles, 4 de enero de 2012

SI LOS MEDIOS SON MONOPÓLICOS, EL CÍCLOPE ES EL MENSAJE






En “El cíclope” de Eurípides, Sileno describe a los gigantes devoradores de hombres como “hijos del dios marino que no tienen más que un ojo, y presos de uno de éstos somos sus esclavos domésticos”. E informa a Ulises: “Al que servimos le llaman Polifemo”.


Al precio de tu cabeza

Polifemo –como su nombre indica, “el de muchas palabras”– seducía con su limitado punto de vista acerca de la realidad a quienes serían su alimento.

Resulta tan significativo que llamara “Nadie” a Ulises, quien lo vencería cegando su único ojo, como el ninguneo inicial que los ciclópeos medios audiovisuales dedicaron a quienes amenazaban sus monólogos para captura de conciencias.

El encantamiento se debilitó con el desprestigio del anónimo como fuente de información, al ritmo de los ejercicios de deconstrucción de noticias y con las discusiones populares acerca del rol de los medios.

La tarea conjunta de profesionales de la comunicación y artistas supo difundir desde las herramientas ilegales de ciertas operaciones de prensa el uso de disparadores inconscientes que, con total impunidad, utilizan algunos laboratorios de marketing.

El trabajo colectivo produjo uno de los descubrimientos más significativos de los últimos tiempos: si los medios son monopólicos, parafraseando a Mac Luhan, el Cíclope es el mensaje.


Muchos nombres, muchas palabras

Poco a poco, más ideas salieron del claustro, ganaron la calle y enriquecieron el debate. Así quedó en evidencia que tanto la imagen de la tortuga asociada al ex presidente Arturo Illia como las carteras de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner formaron parte de maniobras destituyentes.

Cuando el reconocimiento popular alcanzó la civilizada piel de símbolos y signos lingüísticos (“seguridad”, “el campo”, “patria”), muchos ciudadanos entendieron algunas manipulaciones; otros comprendieron la jerarquización mediática de estupideces y el menoscabo de datos reveladores. Unos pocos profundizaron en sus atávicos registros y cargas emocionales y alcanzaron a detectar las sutiles señales de peligro o placer, capaces de otorgar valor a personajes oscuros.

Importa destacar que se inhabilitaron numerosas respuestas automáticas y, con el estímulo, reapareció un instrumento clave: el pensamiento crítico.

El develamiento no sólo consolida la democracia, también despliega creatividad.


Educación vs. Adoctrinamiento

A diferencia de los adoctrinamientos, la educación desconfía de verdades reveladas, pero sus efectos son más profundos y a largo plazo. Apenas en los inicios de la diversidad mediática, ya es posible apreciar las significativas diferencias entre el relato único, en distintas voces bajo formatos varios, y la auténtica y republicana multiplicación de relatos con opiniones divergentes.

Puesto que las miradas de la ciudadanía recién despiertan y en importantes sectores continúan adormecidas, los próximos tiempos requieren de un delicado ajuste entre la ingeniería de reversa de las pequeñas piezas que se registran a profundos niveles de conciencia y la construcción de nuevos espacios.

La valoración de la existencia de numerosas fuentes informativas propone asumir la responsabilidad de sostener los principios personales y el respeto mutuo.

El análisis serio de las consignas ajustará las mejores intenciones propias y ajenas.


Alfabetización mediática

La educación argentina ha incrementado el número de sus destinatarios y existen numerosos contenidos disponibles en la Radio y Televisión Argentina (RTA), en el Incaa, el Bacua y en programas como “Escuela y Medios” del Ministerio de Educación de la Nación.

Disponemos de una preciosa pedagogía de las respuestas. En palabras de Paulo Freire, aún nos debemos una pedagogía de las preguntas.

Para construirla necesitamos ciudadanos entrenados en el discurso, pero también en la escucha; sin duda, una rara capacitación, dentro y fuera del ámbito de la comunidad escolar.

Para que “Nadie”, “Nunca más” acepte una única mirada, enfrentamos viejos y nuevos desafíos.

Entre los primeros cabe continuar desalentando las omnímodas pretensiones de los cíclopes y profundizar todas las posibilidades y ámbitos de aprendizaje, incluso formal, que conduzcan hacia horizontes cada vez más incluyentes.

También es necesario iniciar debates acerca de las relaciones entre popularidad y calidad de los contenidos y sobre las direcciones adecuadas para establecer lazos solidarios entre la industria cultural y la industria tecnológica nacional.

La libertad, individual y colectiva, siempre ha requerido de convicción democrática, mucho trabajo y buenas dosis de esperanza.




Marta Riskin
Antropóloga UNR

EL LIBRO DE LOS PLAGIOS






Todo catálogo, por más incompleto y breve que sea, podría funcionar como una máquina de “casos”. Aunque el autor suministre un puñado de pistas sobre esa frontera tan imprecisa, móvil y escurridiza que se extiende entre la copia y la intertextualidad, las luces y sombras que se proyectan en los precarios recintos de las interpretaciones son ondas expansivas cuyas significaciones distan de cristalizar en fórmulas infalibles.

El libro de los plagios (Ediciones LEA), un ensayo inédito de Juan-Jacobo Bajarlía, avanza hacia el centro de los textos que, sin escamotear la polémica, devienen en referencia de tan peliaguda materia. Habrá lectores que tal vez vociferen un par de improperios o mascullen el asombro cuando, luego del irónico prólogo, se desayunen con la primera “sentencia” de plagio.

El poema 16 de (Pablo) Neruda, en 20 poemas de amor y una canción desesperada (1924) –afirma Bajarlía, siguiendo la acusación de Volodia Teitelboim–, es un calco del poema 30 de El jardinero, de Rabindranath Tagore.

La lupa del narrador, poeta, ensayista, periodista y dramaturgo se posa en otra evidente similitud. No ahorró sarcasmo el poeta chileno Vicente Huidobro a la hora de señalar la “influencia” que había tenido en su plagiario: Guillermo de Torre, “un crítico irrelevante y de mala fe, que no pudo roer la gloria que le cupo a Huidobro como introductor de la imagen en la poesía castellana y como padre de la revolución poética en la época del vanguardismo”.

El jugoso inédito de Bajarlía –“zoólogo de la monstruosidad”, según lo calificó Leopoldo Marechal– cuenta con un estudio preliminar de Elsa Drucaroff. Publicado 7 años después de la muerte de su autor, a los 90 años, en agosto de 2005, el libro analiza “casos” que no siempre ingresan mecánicamente en la órbita del plagio.

En la payada de Fierro con Moreno, por ejemplo, contenida en La vuelta de Martín Fierro, de José Hernández, la expresión “la ley es tela de araña (...) / pues la ruempe el bicho grande / y sólo enrieda a los chicos” es semejante a una conversación entre Solón y Anarcasis. El autor postula que “el valor metafísico de la expresión ‘tela de araña o telaraña’ es antiquísima”; acá hay intertextualidad, aunque la duda se despliega sobre si Hernández la tomó del Solón de Plutarco o del Solón de Diógenes Laercio.

Donde no hay nicho para la vacilación, en cambio, es en el poema de Neruda. Recién en la edición de 1937 y en las posteriores adosó una escueta aclaración, “especie de autoabsolución”: “Este poema es una paráfrasis del poema 30 de El jardinero de Rabindranath Tagore”. A confesión de una parte, en este caso no se relevan las pruebas. “Tú eres la nube crepuscular del cielo de mis fantasías. / Tu color y tu forma / son los del anhelo de mi amor. / Eres mía, eres mía, y vives en mis sueños infinitos”, se lee en el comienzo del poema de Tagore.

La “paráfrasis” nerudiana resulta un plagio evidente en opinión de Bajarlía: “En mi cielo al crepúsculo eres como una nube y tu color y forma son como yo los quiero. / Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces / y viven en tu vida mis infinitos sueños”.

Este vademécum bajarliano rastrea las definiciones más importantes que apuntan al carozo de la cuestión. “Plagiar significa desnudar a uno para vestirse con sus palabras, entrar en el cuerpo de otro para tomar sus órganos pensantes”, gatilla en el primer párrafo del prólogo. “Plagiar es saltar por la ventana para saquear la casa, robarle el alma a su dueño, pactar con el Diablo.”

Aparentes “saqueos” no resisten la prueba de la “blancura” por donde se los examine. En el último capítulo de El libro de los plagios se revisa la acusación contra Gabriel García Márquez. Un colombiano, Luis Cova García, publicó una “requisitoria lamentable” en El Espectador, de Bogotá, el 11 de mayo de 1969, titulada “¿Coincidencia o plagio?”, en la cual pretendía que Cien años de soledad era una transposición de La búsqueda de lo absoluto, de Honoré de Balzac. Luego de diseccionar con una certera erudición los cinco principales puntos del impugnador –los “herrores”, como los bautiza Bajarlía–, concluye: “Insistir en este tema para pretender un plagio indica una dislexia. O bien poner las tinieblas del revés, como decía Rabelais”.

Las Memorias de Giovanni Giacomo Casanova de Seingalt fascinaron tanto a Ramón del Valle Inclán que copió párrafos de esa obra en su Sonata de primavera (1904). Bajarlía polemiza con el crítico Julio Casares, quien califica el procedimiento del dramaturgo, novelista y poeta español como “imitación del fondo”. Y transcribe una parte de los párrafos “asaltados a mano armada”.

“Mi palabra y mi fe no deben seros sospechosas, puesto que ningún vil interés me trae a vuestra presencia. Solamente una poderosa inspiración me impulsa a hablaros (...)”, se lee en Casanova.

“Mi palabra y mi fe no deben seros sospechosas, puesto que ningún vil interés me trae a vuestra presencia. Solamente me guía poderosa inspiración”, transcribe, groseramente, Valle Inclán. Al menos en este tramo citado, como en otros que cada lector/a podrá chequear en la página 54 del ensayo de Bajarlía, queda claro que no lo guiaba la mentada inspiración.

El capítulo sobre las acusaciones de plagio contra el semiólogo italiano Umberto Eco entabla un diálogo inmediato con el estudio preliminar de Drucaroff. La escritora y crítica literaria recuerda que las obras literarias son “una por una” y “si hay o no plagio, también”. “La teoría literaria muestra cómo algo que no fue literatura sino el relato real de sus orígenes para todo un pueblo (La Ilíada y La Odisea) es leído como literatura siglos después; Erich Auerbach lee la Biblia como literatura, mientras que para millones de personas es un texto sagrado; las amenazas de muerte a Salman Rushdie por escribir sus Versos satánicos muestran cómo algo que cierta formación social lee como novela (literatura) es entendido como palabra no ficcional por otros, y por eso hasta se consideran con derecho de castigar del modo más extremo a su autor”, subraya Drucaroff.

No exento de una entonación socarrona, y como si anticipara las argumentaciones de quienes defendieron a Sergio Di Nucci en 2007 –“un caso de plagio obvio y vergonzante que sacudió al campo intelectual argentino”, evoca Drucaroff, cuando el jurado del concurso Sudamericana-La Nación revocó el premio a Bolivia construcciones por tener 30 páginas copiadas casi literalmente de Nada, la novela de Carmen Laforet–, Bajarlía afirma que hay una excusa para el plagio que se llama intertexto.

“Este es válido en la medida en que, en estos tiempos, de alguna manera, se lo hagamos saber al lector –aclara–. No existiendo este requisito, cualquiera sea su forma, hay plagio, y no es imprescindible que sea literal.” No obstante la aclaración, considera que existe intertextualidad con los modelos literarios que el semiólogo italiano eligió para trabajar en El nombre de la rosa y El péndulo de Foucault. Aunque “falta el estudio riguroso para emitir un juicio definitivo”, admite Bajarlía, impulsor del vanguardismo en el país que formó parte del movimiento de Arte Concreto–Invención junto con Edgar Bayley, Gyula Kósice y Tomás Maldonado, entre otros, autor de policiales que publicó con el seudónimo de John J. Batharly, Historias de monstruos (1969), Los números de la muerte (1972) y El endemoniado Sr. Rosetti (1977).

Hay más intertextualidades inventariadas entre Albert Camus y Sarmiento, entre Dante y el Juicio final musulmán. Y una “copia ambigua”, que tal vez sea materia para debatir al interior de El libro de los plagios. El periodista Bernard Diederich, corresponsal de la revista Time, acusó a Mario Vargas Llosa de plagio. En La fiesta del Chivo, novela de ficción basada en la dictadura del dominicano Rafael Leónidas Trujillo y en la conspiración para asesinarlo, publicada en 2000, el escritor peruano habría utilizado partes de Trujillo: la muerte del Chivo, investigación que el periodista publicó en 1978. A pesar de que Bajarlía reconoce que el Premio Nobel de Literatura tomó elementos de Diederich, texto que Vargas Llosa nunca ha negado conocer, pondera que “sólo un auténtico genio de la literatura”, como el autor de La tía Julia y el escribidor, podría haber mejorado el original, “añadiendo la sal y pimienta de su imaginación y su oficio como hombre de letras de indiscutible calidad...”.

Como adivinando las conjeturas que dejan abiertas los puntos suspensivos en sus lectoras y lectores póstumos, agrega: “Pero no hubiera estado de más que hubiese incluido un agradecimiento especial al periodista que recopiló con tanto trabajo los datos de los que se ha servido para dar forma a su obra de arte”.






martes, 3 de enero de 2012

UNA NUEVA OPORTUNIDAD









Un nuevo año, una nueva oportunidad para soñar, para crear, para creer, para construir, para vivir haciendo todo aquello que nos haga felices, con salud y en libertad.

Brindamos por todas y todos, por la vida, por un país más justo, equitativo, igualitario e inclusivo.

Muy buen año compañeritos.







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